SINOPSIS
Alexandre es un joven burgués cínico y egoísta que vive en París. Se encuentra en una fase nihilista de su existencia: no estudia, no trabaja y apenas se interesa por los libros o por la música. Lo único que le interesa son las mujeres y, además, vive a su costa. Poco a poco va formando con Marie y Veronique, a pesar de la inicial resistencia de ambas, un atípico menage à trois, que, para él, es absolutamente satisfactorio porque representa un equilibrio entre lo sexual, lo maternal y lo material.
FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA
Título original: La mamain et la putain
Francia, 1973, DCP
217 minutos
Dirección: Jean Eustache.
Guion: Jean Eustache.
Productor: Pierre Cottrell.
Director de fotografía: Pierre Lhomme
Sonido: Jean-Pierre Ruh, Paul Laine.
Montaje: Denise de Casabianca, Jean Eustache.
Vestuario: Catherine Garnier.
Una coproducción Les Films du Losange, Elite Films, Ciné Qua Non, Simar Films, V. N. Productions.
Reparto: Bernadette Lafont, Jean-Pierre Léaud, Françoise Lebrun, Isabelle Weingarten, Jacques Renard, Jean-Noël Picq, André Téchiné, Jean Eustache.
NOTAS DEL DIRECTOR
Antes de hacer esta película me encontraba en un aprieto. A todos les habían gustado mis películas previas. Recibí muy buenas críticas y ninguna de ellas tuvo pérdidas. Pero nadie quería darme dinero para hacer otra. La única financiación hasta ahora provino de Jean-Luc Godard, hacia el final del rodaje, y de la emisora pública ORTF, después de mucha discusión. Esta situación contradictoria me enfureció, y esa furia me ayudó a escribir los diálogos de La mamá y la puta (…) Es la única de mis películas en la cual el pasado no juega ningún papel. Resuena en la vida que estaba llevando en el momento en que se filmó, e incluso a veces se superpone con ella de manera trágica. El ritual también está ausente. A menos que pueda advertirse un ritual en gestación en ese estilo de vida de la Rive Gauche. Lo veremos en algunos años. A menos que las inflexiones formales y el principio del triángulo sea una referencia a los ritos de la tragedia clásica con un barniz moderno. Es la única de mis películas que puedo odiar, porque me sigue poniendo frente a frente conmigo mismo, en el presente. En mis otras películas el pasado me protege.
Jean Eustache